domingo, 16 de enero de 2011

El día 1 de noviembre

Cuando se acerca el Día de Todos los Santos, visitamos el Cementerio más de lo acostumbrado por ser fechas escogidas para la ocasión; pero ignoro si todos nosotros hemos llegado a captar el mensaje que la muerte nos está dando continuamente. Deberíamos de tratar este tema con mayor profundidad y solemnidad que lo hacemos. Porque generalmente huimos hablar de dicho asunto, porque la muerte, como dijera uno de los amigos que vinieron a consolar a Job, es el rey de los espantos. (Job 18. 14)

Hay muchas cosas que nos aterran, pero ninguna tanto como la muerte. Supera a todas… ella es la reina, porque cuando llega, no espera… y termina con todos los planes, proyectos, aspiraciones, sueños… y también con la vida. Por todo ello, se le tiene miedo, pavor y horror. ¿Eres tú una de esas personas?

La muerte no es igual a: Se acabó, se terminó, fin de trayecto, aniquilación, etc., sino que muerte sencillamente significa: SEPARACIÓN. De modo que, cuando Dios dijo a Adán: …mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. (Génesis 2. 17) Es igual como si le hubiera dicho: Porque el día que de él comieres, ciertamente te separaré… Y eso fue lo que Dios hizo de un modo literal: Los echó del Edén, y desde ese momento, estaban muertos espiritualmente, ya que físicamente vivieron muchísimos años.

Toda persona viva, que no ha tenido un encuentro personal con Dios, está muerta ya que está viviendo en sus delitos y pecados (Efesios 2. 1) a lo que bíblicamente se le llama muerte espiritual. Porque están separadas de Dios, a pesar que ellas se llamen cristianas, puesto que están muy lejos de serlo. Para ser Cristiana de Cristo, la persona debe sentir vergüenza de sus pecados y arrepentida de ellos, pedirle perdón a Dios y en los méritos de la sangre derramada de su Hijo para recibir Su perdón.

Sino haces esto, de nada te vale lo que puedas pensar o hacer, porque seguirás teniendo miedo a la muerte, ya que continuas viviendo con tus pecados, y por lo tanto estás muerta espiritualmente. Si en dicho estado te sobreviniera la muerte física, o sea, la separación del alma, de tu cuerpo, el resultado de esta suma, tendrías la muerte eterna, o sea: La separación eterna de Dios, sin ninguna esperanza de recuperación o cambio… ¡Triste!, ¿verdad?

Deseo que hayas entendido que muerte espiritual más muerte física es igual a muerte eterna. Mas tengo que anunciarte que hay un camino de esperanza, y es el que sigue: Toda persona que no tiene la salvación, está muerta espiritualmente, pero como no le ha llegado la muerte física, puede, si quiere y lo cree, salir de la muerta a la VIDA ¡SÍ, esto es posible! Pero no por tus méritos…

Para que fuera posible fue necesario que como los hijos participaron de carne y sangre, Cristo también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo. (Hebreos 2. 14) No sólo Cristo venció al diablo, sino que quitó la muerte y sacó a luz la Vida y la Inmortalidad por el Evangelio (2 Timoteo 1. 10) para que ahora TODO AQUEL que en Él cree no se pierda, sino que tenga VIDA ETERNA. (S.Juan 3. 16)

¡Ven arrepentido y pídele el perdón de tus pecados, antes que pueda ser demasiado tarde!

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