domingo, 30 de enero de 2011

¿Dónde está el sabio?

En los tiempos apostólicos, Grecia era la cuna del saber y de la cultura, sin embargo sus grandes sabios estaban muy lejos de la sabiduría de Dios, o sea, de la salvación. Ya que el conocimiento humano no es garantía de saber o de poseer el conocimiento divino; más bien, en la mayoría de la veces sucede todo lo contrario, pues la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios, (1 Corintios 1. 19) dándose la paradoja que muchos de esos sabios son ignorantes en cuanto a la salvación de Dios. Con ello no quiero decir que los analfabetos tengan asegurada la salvación, ¡ni mucho menos!, pues la gente sencilla, desgraciadamente, también está lejos de Dios.

Hay personas que son tan sabias y tienen unas mentes tan privilegiadas que no pueden creer que por medio de la muerte del Hijo de Dios en la cruz, podemos ser salvos y tener la vida eterna, cuando creemos que murió en lugar nuestro. ¿Saben por qué? Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan …es poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el sabio? (1 Corintios 1. 18-20)

Dios pregunta: ¿Dónde está el sabio? El sabio se esfuerza por conocer otros planetas y a la vez desconoce la Tierra y a su Creador, el cual está a su alcance como dice la Escritura: Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. (Romanos 10. 8-9)

El sabio siempre está investigando cosas, que no dudo tienen su provecho, y no puede perder su tiempo en buscar a Dios... Descubre mejores productos de limpieza, pero no puede lavar su pecado, pues el único remedio se halla en la sangre de Jesucristo su Hijo que nos limpia de todo pecado. (1 S.Juan 1. 7)
Son sabios y precavidos en amontonar dinero y propiedades, ¡y no está mal!,  con el fin de asegurar su vejez, (si es que viven para disfrutarla)… es aquí donde radica su necedad: ¿Para algo tan incierto como es llegar a ser viejo, te preparas, y para algo tan cierto como es la muerte, no haces ningún preparativo? ¿Dónde está tu sabiduría?

Los sabios, por un lado, multiplican esfuerzos muy loables y tremendos para salvar las vidas de miles de niños y de personas amenazadas por el hambre y la enfermedad; y por otro lado, dichos sabios asisten impasibles ante el holocausto silencioso de miles de vidas que mueren asesinadas en los vientres maternos abortando... ¿Dónde está el sabio? ¡¿Todo esto, no es una insensatez?

Nuestro orgullo no nos deja reconocer la esquizofrenia que estamos sufriendo. Si las personas nos dejáramos guiar por Dios a través de la sencillez de su Palabra, pronto encontraríamos la verdadera sabiduría y con ella la paz del alma y la salvación: Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. …lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; …A FIN DE QUE NADIE SE JACTE EN SU PRESENCIA. (1 Corintios 1. 25-31)

Pero para aceptar todo esto, necesitas una buena dosis de temor reverente; porque si no, será imposible, ya que: el principio de la sabiduría es el temor al Señor, y sólo los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. (Proverbios 1.  7.

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