sábado, 15 de enero de 2011

La fría muerte



Los medios de comunicación nos suelen informar de las muertes que causa el frío cada invierno. Son muchos los indigentes que en estas fechas pierden la vida, porque  no tienen donde cobijarse.

Causa pena y tristeza leer o escuchar tales noticias, y aunque nos parezca sorprendente, son muchas las muertes durante todo el año, inclusive en verano. Lo curioso es que también son motivadas por el frío… pero en este caso es por el frío de la indiferencia… mueren sin tener a su lado una mano amiga, porque los que le rodean, están tan fríos como la misma muerte…

Creo que todos sabemos que, el peligro no está en tener frío, sino que está cuando no siente el frío… La persona se duerme con cierto placer… ¡Es el sueño de la muerte!

No me negarás que espiritualmente sucede lo mismo con millones de personas que no sienten sus pecados… Porque están muertas, ya que …la paga del pecado es muerte… (Romanos 6. 23) Y a un muerto, si le pinchan no dice ¡hay!. Y si el amado lect@r no siente sus maldades, es señal de que está muerto en sus delitos y pecados, y si en ese estado le sorprendiera la muerte física se encontraría  de repente en el infierno.

Son muchísimas las vidas que han sido salvadas de una muerte segura por congelación, porque otras se han dado cuenta a tiempo y han acudido en su ayuda: Frotándolas, calentándolas, avivándolas etc., porque la que se estaba muriendo, ni se enteraba...

                Querido amig@, si no te afliges por tus pecados ni los notas, eso no quiere decir que no los tengas, sino que el frío de la muerte espiritual te ha sorprendido y por eso no sientes nada y por lo tanto no pides el perdón de los mismos a Dios: porque has de saber que, todos hemos pecado y estamos destituidos (excluidos) de la gloria de Dios (Romanos 3. 23). Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). (Efesios 2. 4-5)

Como habrá observado el amado lect@r, el que muere por congelación, ni se entera… Así sucede en lo espiritual. Tan alejado te encuentras de Dios, que no puedes percibir en el gran peligro que te encuentras…

Es posible que algún lect@r se diga: Pues yo me siento muy molesto cuando sé que hecho algo que está mal… Luego, ¿entonces doy señales de vida, no? Sí. Querido lect@r, pero el caso no se soluciona con sentir el frío o reconocer el pecado, lo que hay que hacer es poner remedio al frío y al pecado, porque todos los que se congelaron, antes notaron frío y un poco después, dejaron de sentirlo…

De la misma manera todos nos sentimos mal cuando fornicamos o adulteramos por primera vez, ya que nuestra conciencia nos acusa; pero al persistir en nuestra actitud, la conciencia deja de avisarnos.

Aunque está claro que, sentir frío no es estar congelado, pero sentirlo es un aviso, que si no le haces caso, te puede morir helado…

Espero querido lect@r, que este sencillo mensaje te abra el entendimiento y no te deje indiferente, no sea que ya demasiado tarde oigas al Señor decirte: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!, pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. (Apocalipsis 3. 15-16)

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