domingo, 16 de enero de 2011

¿Existe la felicidad?


Como bien sabe el amado lector, NADIE en este mundo es completamente feliz… Siempre acontece algo que no nos deja conseguirla. ¿Sabes por qué? Porque la creación fue sujetada a vanidad -al fracaso- no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó -Dios- en esperanza. (Romanos 8. 20)

Después que pecaran nuestros primeros padres, Dios le dijo a Adán: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol del que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por amor de ti… (Génesis 3. 17) de modo que no era bueno para nosotros ser felices viviendo en el pecado, ya que de ser así, ¿cuándo íbamos a buscar la salvación? De manera que por amor de ti y de mí, somos infelices, para que busquemos al Señor y así poder encontrar la verdadera felicidad en Él.

Las consecuencias del pecado no sólo las cosecharon las personas, también toda la creación, o sea: Animales, árboles, aire, agua…Originalmente, todo lo creado funcionaba perfectamente, no como ahora. Hoy tenemos que sulfatar frutos, hortalizas… si queremos cosechar sus productos… Sí, amigo, a causa de nuestro pecado, la tierra fue maldita, sujeta, como tú y yo, a frustración, y por ello no se le encuentra sentido a la vida, encontrándonos vacíos y desilusionados. Para que la vida tenga sentido, tenemos que volver nuestra mirada hacia Dios con un corazón arrepentido y pedirle perdón…

Si no nos volvemos al Señor, entonces sólo conseguiremos frustración tras frustración. Y cuando digo volver al Señor, no me refiero a buscar la salvación por nuestros medios, porque de ser así, nos ocurrirá lo que dijo el Señor: Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá… porque, ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? (S. Mateo 25-26) De modo que el Señor declara que todo intento por salvarnos por nosotros mismos son inútiles y nos conducen a la perdición; lo contrario de lo que perseguimos.

A veces sucede que oímos la Palabra de Dios y nos quedamos hundidos… Si te preguntas porqué, te contestaré con lo que Dios dice al respecto: Porque también a nosotros se nos ha anunciado la Buena Nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. (Hebreos 4. 2) De forma que si no quieres sufrir fracasos con respecto a tu salvación presente y eterna, tendrás que leer y creer lo que Dios te dice por medio de su Palabra, porque sino, to-dos tus esfuerzos por salvarte, serán como un aborto, el cual anula abrazar al hijo esperado, dejándote un amargo sabor y una sensación de vacío…

Yo anduve por ese camino errado y puedo saber lo que sientes, es por eso que puedo decirte, que si vienes al Señor, podrás encontrar la verdadera felicidad, porque depende de Él y no de nosotros.

Lee las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.  Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para instruir en justicia… (2 Ti moteo 3.15-16)

Te recomiendo leer las Sagradas Escrituras, porque en ellas, y sólo en ellas, podrás encontrar la fe salvadora y como consecuencia la felicidad. Así que la fe -la felicidad- es por el oír, y el oír la Palabra de Dios. (Rom. 10. 17)

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