domingo, 30 de enero de 2011

La ascensión del Señor

La ascensión de Jesús a los cielos, es un relato muy breve en las Sagradas Escrituras, y con todo, mucha gente jamás lo han leído, pero sí celebran la onomástica o fiesta que llaman de la Ascensión, porque en la familia se encuentra un miembro con dicho nombre; y claro está, que, si nunca han leído dicho pasaje, es imposible que sepan su mensaje.

En atención a los amados lectores les transcribiré todo lo relatado sobre dicho evento en la Palabra de Dios y que podéis comprobar en la Biblia: Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. (S.Marcos 16. 19)Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. Y aconteció que bendiciéndoles, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. Y ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y estaban siempre en el templo alabando y bendiciendo a Dios. Amén. (S.Lucas 24. 50-53) Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que Él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? ESTE MISMO JESÚS QUE HA SIDO TOMADO DE VOSOTROS AL CIELO, ASÍ VENDRÁ, COMO LE HABÉIS VISTO IR AL CIELO. Este fue el mensaje de la ascensión: Que como Él se fue, así vendrá.  (Hechos 1. 9-11)

Todos sabemos como fue el nacimiento de Jesús en Belén, y que fue engendrado en el vientre de la bienaventurada Virgen María, tomando nuestra carne en sus entrañas; pero cuando vuelva la segunda vez, no vendrá para nacer, pues ya lo hizo una vez, sino que vendrá con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, y descenderá del cielo… (1 Tesalonicenses 4. 16)

Amado lector: ¿Sabías que el Señor va a volver, que va a venir? Y si lo sabías, ¿estás preparado para cuando venga? El Señor habló muchas veces que volvería, e incluso por medio de parábolas. Una de ellas fue las de las diez vírgenes, de las cuales  cinco de ellas eran prudentes, y cinco insensatas, es decir: Cinco estaban preparadas para recibir al esposo con sus candiles o lámparas y su aceite, según la costumbre, y las otras no llevaron aceite. Es decir: No estaban preparadas para la ocasión que se avecinaba; y retrasándose la venida del esposo, todas se durmieron.

Parece ser que es lo que nos está sucediendo ahora, en estos momentos, el Señor está tardando en venir, y muchas personas se preguntan: ¿Dónde está su promesa de su venida? Porque… todo continúa tal como estaba desde el principio de la creación… Pero, amados, no ignoréis esta verdad, que para el Señor, un día es como mil años, y mil años como un día. Porque el Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche… (2 S.Pedro 3. 4 y 8 a10) Sólo entraron las que estaban preparadas. ¿Lo estás tú?

Amado lector: ¿Estás preparado para recibirle? ¿Tienes aceite en tu lámpara, es decir: Tienes la seguridad de tu salvación? Si murieras, ¿a dónde irías, al cielo o al infierno? Es demasiado serio y urgente lo que estás leyendo como para dejarlo aparcado. ¡No te juegues tu eternidad por negligencia!



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