domingo, 30 de enero de 2011

Salvos no por obras

En términos generales, todos nosotros creemos, y no se porqué, que haciendo buenas obras nos podemos salvar, da lo mismo que tengas en esta o en aquella religión. Nada más lejos de la realidad. Aunque una buena obra, siempre será una buena obra pero no suficiente para salvarnos. Esto debemos de tenerlo bien claro, ya que nos cuesta mucho trabajo creerlo.

La mayoría de las personas están sugestionadas y creídas que por medio de las obras se puede alcanzar la salvación; pero si fuera así, entonces, ¿por quién murió Cristo y para qué? Queda claro que, si las obras nos salvaran, la muerte de Cristo en nuestro lugar, era innecesaria, pero se nos dice que: …de tal manera amó Dios al mundo, -a ti y a mí- que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, -no todo aquel que haga buenas obras- no se pierda mas tenga vida eterna. (S.Juan 3. 16)

Dichas verdades que hallamos en la palabra de Dios, hieren nuestro orgullo. Mira lo que Cristo dijo: Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de Mí, la hallará. Porque, ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O QUÉ RECOMPENSA  -o qué obra- dará el hombre por su alma? (San Mateo 16. 25-26) ¿Qué le darás tú a Dios que Él no tenga?

Está escrito que: …sin derramamiento de sangre no se hace remisión. (Hebreos 9. 22), o sea, no hay perdón, ni indulto; y también se nos recuerda que: la sangre de Jesucristo su hijo nos limpia de todo pecado, -no las obras- (1 S.Juan 1. 7) y S.Pablo nos dice: Porque hay un solo Dios, y un solo Mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre. (1 Timoteo 2. 5) Solamente hay un único y un solo Mediador, Jesucristo. No existen otros mediadores: Ni sacrificios, ni buenas obras, etc., solo y únicamente: Jesucristo.

Veamos un ejemplo que vale más que mil palabras: Cuando Adán y Eva pecaron, se vieron desnudos y trataron de cubrir su desnudez con hojas de higuera y como no lo consiguieron se escondieron entre los árboles del bosque, y Dios llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás tú?, él respondió: Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo, y me escondí. (Génesis 3. 10) Las hojas de higuera no fueron suficientes para cubrir la desnudez; al igual que nuestras obras no son suficientes para cubrir o quitar nuestros pecados.

¿Sabes lo que tuvo que hacer Dios para cubrirlos? Tuvo que matar dos animales inocentes, -quizá dos corderos- y con sus pieles los cubrió. ¿Sabes que tuvo que hacer Dios para tapar y limpiar nuestros pecados? Llevar a Jesús a la cruz, y con su sangre inocente, y sólo con ella, nos cubrió y limpió de todos los pecados de todos aquellos que así lo hemos creído, como dijo Juan el Bautista: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. (S.Juan 1. 29)

Es por esto que nuestras mejores obras no nos pueden salvar, ya que ninguna de ellas murió por nosotros en la cruz y derramó su sangre. ¡Esto sólo lo hizo Cristo y sólo y únicamente Él nos puede y nos quiere salvar. Así fue y es posible la salvación, como bien lo dicen las Santas Escrituras: Porque por gracia -de balde- sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don es un regalo de Dios, NO POR OBRAS para que nadie se gloríe. (Efesios 2. 8-9) ¡Para que nadie diga: Fui salvo por obras!


No hay comentarios:

Publicar un comentario