sábado, 22 de enero de 2011

Mirad a Mí y sed salvos

Los ojos son para las personas como para un edificio sus ventanas, por ellos nos entra los colores, las siluetas, etc., o sea: Mucha información. ¡Qué maravilloso es poder ver! También sabemos que por los oídos y los demás sentidos captamos otras sensaciones que amplían nuestra perspectiva. ¡Cuántas gracias hemos de dar, todas las personas, que gozamos de los cinco sentidos!

Estaremos de acuerdo con Salomón quien dijo: Nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír… (Eclesiastés 1. 8) El ojo es tan perfecto que no hay máquina que lo iguale. Y, a pesar de lo pequeño que es, en comparación al cuerpo, ¡qué grande es!

Me imagino que no será difícil pensar que si el ojo es maravilloso, ¡cuánto más no será su Creador! Con todo, hay personas que viven como si Dios fuera ciego. Para las tales Él les dice: Entended, necios del pueblo; y vosotros fatuos, ¿cuándo seréis sabios? El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? (Salmo 94. 8 y 9) Dándonos a entender que no hay nada que escape a su mirada, pues ve lo de afuera como lo de dentro, lo que pensamos.

Con todo Dios tiene un gran interés en nosotros y en nuestra salvación, tanto, que mira desde los cielos sobre los hijos de los hombres  para ver si hay algún entendido que busque a Dios pero todos se desviaron,  a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. (Salmo 14. 2-3) Estos son los resultados de Su chequeo…

Quizá digas: no será para tanto, pero si Dios dice: TODOS se han corrompido, es que todos estamos corrompidos; y si dice que: no HAY QUIEN haga lo bueno, es por que no hay NI SIQUIERA UNO; nos guste o no, así es y así somos. Lo que pasa es que nosotros llamamos bueno a lo que Dios ve podrido. Pongamos un ejemplo:

Para nosotros es normal que los novios practiquen el sexo y que los viudos vivan en pareja.  ¡Así es como vivimos y así nos va!. ¿Y qué crees que Dios hará con nosotros? Seguro que no nos dará unas palmaditas en el hombro, pues Él dice: ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, …ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, …heredarán el reino de Dios. (1 Corintios 6. 9-10) Si todo lo señalado lo vemos normal y lo hacemos, entonces está claro que nuestro destino es el infierno. Pero Dios no quiere la muerte del impío, sino nuestro arrepentimiento; y en Su misericordia nos ha provisto el medio de salvación: Su Hijo; quien para poder redimirnos tuvo que venir a nacer por medio de la Virgen María para poder cargar con nuestro pecado en la cruz. De modo, que ahora todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (S.Juan 3. 15)

En cierta ocasión el pueblo de Israel, estando en el desierto, moría a causa de unas serpientes venenosas y fueron a Moisés para que rogara a Dios que las quitara, pero Dios le dijo: Hazte una serpiente… y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá… y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce y vivía. (Números 21. 7-9) Cristo al respecto dijo: Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado. (S.Juan 3. 14) Allí derramó su sangre para el perdón de tus pecados, con tal que le mires con fe, porque Él ha dicho: Mirad a Mí, y sed salvos todos los términos de la tierra; porque Yo soy Dios, y no hay más. (Isaías 45. 22) ¡Tú decides en qué lugar quieres pasar la eternidad¡ Es mi ruego a Dios que elijas a tiempo!

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